Samantha estaba sola. Abandonada.
Lo había estado siempre.
De una casa de acogida a otra.
De unos padres a otros.
Y siempre la rechazaban…
… daba cuanto se esforzase.
Algo debía estar rota en ella.
Algo debía de ser defectuoso.
Era guapa, buena… y desdichada.
Se volvió suicida. Pastillas. Cortes.
Y acabó en un centro de menores.
Ahora tenía 18 años...
Sola en un nuevo mundo.
Sin sitio al que ir.
Sin nadie a quien acudir.
Así que hizo lo que pudo para sobrevivir.
Comenzó en un club de striptease.
Al menos le daban de comer y dormir.
Pero… ¿y sus nuevos jefes?
La peor mafia de la ciudad…
Y entonces descubrió a su nuevo líder.
Vincent. Recordaba sus zapatos brillantes.
Los besó. Los lamió. Y todo cambió.
Había encontrado a su nuevo amo…
Esta es su historia juntos.
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