lunes, 3 de junio de 2019

Toda una vida sin ti - J. Alfredo Díaz G.




1. La traductora de arabe  Acto 1

Adolfo Monteverde es un escritor enamorado de Selene Zamorano, a la que nunca le declaró su amor y cuya relación de amistad terminó mal por causas fortuitas.

Unos años más tarde se encuentran en la editorial que publica la última novela de Adolfo, donde ella trabaja como traductora y cuya editora ejecutiva mantienen una relación con él.

Adolfo decide hacer un largo crucero de un mes por el Mediterráneo y luego viajará a Marrakech. Selene tiene que acompañarlo como su asistente y traductora al árabe de su próxima novela a publicar.

Debido al viaje, ella entabla una buena amistad con Dalila, una marroquí gerente general de la red internacional de agencias de viajes La Menara, con la que gestiona el crucero, la estadía en Marrakech y algunas excursiones allí.

Durante los días de viaje en el buque compartiendo la misma suite, la convivencia se va haciendo más íntima entre Selene y Adolfo, a medida que van descubriendo sus intereses y gustos comunes por el piano y por la ópera. Van desapareciendo también la actitud lejana de Adolfo, y la defensiva de Selene por temor al posible rechazo por parte de él. La intromisión de una pasajera, decidida aristocrática italiana que se interesa fuertemente por Adolfo, termina por lograr que Selene se dé cuenta de cuánto lo ama y de que ahora tiene que luchar por su amor.

Ya en Marrakech y luego de una excursión de doce días por el interior y los desiertos de Marruecos, Adolfo y Selene son huéspedes del padre de Dalila en la mansión de su rica y numerosa familia de peculiar comportamiento. Son descendientes, en segundo y tercer grado, de una fallecida pareja de pianistas y cantantes de ópera famosos, llamados Isham Aymad Benfahim “El Chadi” y Soraya Caterina Bint Kiran “Catarí”. Son denominados el «Gran Abuelo» y la «Gran Abuela», fueron asesinados en 1932 y son venerados por aquella familia.

Les sobreviven todavía un hijo y dos hijas, los abuelos de esa notable familia Benfahim que se rigen por una desconcertante profecía realizada por Isham en su lecho de muerte. En ella anunció que el día en que la luna en el cielo y la luna en la tierra contemplaran sus rostros juntos en la menara y cantaran la canción del alba, él habría encontrado a su amada esposa y regresarían para seguir cantando juntos.



2. Nací para amarte Acto 2

LO QUIERO!



3. Hisham y Soraya  Acto 3

Luego de 32 días en el crucero por el Mediterráneo y el Mar Negro, Adolfo y Selene llegan a Marrakech junto con la familia Benkarim.

Durante una semana disfrutan de la ciudad y los alrededores en sus primeras tomas de contacto, a la vez que refuerzan sólidamente su relación. Allí, dos ancianos los confundirán con Hisham y Soraya. Poco a poco, aquellos nombres comienzan a aparecer cada vez con más frecuencia en sus vidas, ligados íntimamente a ellos y a un glorioso pasado de música y de canciones, y también de tragedia y de sangre.

Después de escapar de un intento de secuestro en la ciudad, nada fortuito, van a recorrer los desiertos y palmerales de Marruecos. A su regreso son huéspedes en la mansión de los Benhisham y los Benkarim. En aquel idílico mundo de pianos, violines y música, como Dalila lo prometiera se abre para ellos un jardín escondido y unas dependencias que dormitan desde hacía 85 años, en espera de los esposos.

A través de fuertes experiencias personales regresivas y también por relatos, los dos van descubriendo la hermosa a la vez que trágica historia de Hisham y de Soraya, quienes pugnan cada vez más por manifestarse.




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