Tanner Adams está atravesando su peor momento profesional: ha perdido la inspiración, todavía no ha sido capaz de alcanzar el número uno en ventas y, a sus treinta años, se siente solo a pesar de haber conseguido a la chica dorada del pop, Lady Lillie McFly.
Sin embargo, la repentina muerte de su padre, con quien no se había hablado durante años, le obliga a volver a su pueblo natal, aquél que le trae tan dolorosos recuerdos y que está ligado a la pérdida del único amor verdadero que ha sentido en su vida.
Será allí, en Scarborough, un lugar en la costa norte de Yorkshire, donde Tanner podrá volver a conocerse y, sobre todo, a reencontrarse consigo mismo y con la chica que dejó atrás, su pequeña Yellow.
Hasta las personas más afortunadas desean algo que no pueden tener.
Lady Lillie McFly es el apodo de Lillie, la reina indiscutible del panorama musical y una de las mujeres más hermosas y ricas del mundo. Sin embargo, en el momento más inesperado, se ve obligada a enfrentarse a la cruda realidad de todo cuanto la rodea... Y nada es tan perfecto como parecía ser.
En ese momento, Lillie decide alejarse del mundo que conoce para decidir, sin presiones y en soledad, qué es lo que quiere hacer con su vida y cómo desea vivirla.
Y es que hay algo que la gran diva no puede negar durante más tiempo: merece ser amada por lo que es, y no solo por lo que representa.
Las chicas duras no se enamoran de los niños guapos... ¿O sí?
Nicky Mayers era una chica con un carácter especial. A decir verdad, todo en ella lo era: su personalidad cortante y directa, su inteligencia superior, su llamativa e intrigante mirada verde y sus ropas oscuras, de las que nunca se separaba. No tenía amigos y su círculo se centraba única y exclusivamente en su familia, a la que protegía con uñas y dientes.
Milo James era el tipo perfecto: encantador, guapo a rabiar y extrovertido. Tenía amigos en todas partes y nunca había tenido ningún problema en conseguir chicas. Es más, no necesitaba buscarlas, ellas venían hacia él sin necesidad de hacer el mínimo esfuerzo.
A excepción de Nicky Mayers.
Ambos no pueden ser más distintos, y a pesar de que ella le ha odiado desde siempre, Milo siempre ha sentido curiosidad por ella. Y quizá, también una atracción que no puede ni quiere evitar... Porque él nunca se rinde ante un reto, aunque sea el más difícil de todos.
A veces es necesario dejarse llevar... y cometer los más alocados errores.
Anne Mayers era la corrección en persona. Era cariñosa, alegre, servicial y siempre esta disponible para todo y para todos. Le encantaba sentirse útil y ser de ayuda... Pero, ¿qué era de su propia vida?
Ah, esa también era correcta. Tenía un novio que era perfecto y estaba a punto de comenzar una vida que también lo era. Junto a él.
Pero el destino, como siempre, es travieso...
Cuando Anne menos se lo espera, su vida se vuelve del revés y le hace replantearse su filosofía de vida. ¿Para qué tanto romanticismo? ¿Para qué tanta perfección? ¿Por qué esperar siempre ese momento maravilloso, cuando a nadie le importas un pepino?
Así que Anne se pone el mundo por montera... y se permite cometer un error.
Aunque puede que ese error sea, a fin de cuentas, el más oportuno.
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