sábado, 10 de agosto de 2019

HECHAS POLVO - ALBA DURO


Zorra Cazada: Venganza, Sexo y Amor con la Cazafortunas
Vanessa es una zorra. Una cazafortunas que ha embrujado a mi hermano en cuestión de días.
Una semana ha tardado el imbécil de mi hermano en proponerle matrimonio, en adorarla como si fuese una diosa.
Pero yo no soy mi hermano.
Yo sé exactamente qué clase de mujer es Vanessa.
Y no voy a dejar que se salga con la suya.
No voy a dejar que destruya a mi familia.
Ni que se vaya con la mitad del trabajo duro de mi hermano.
Así que la he secuestrado.
La he atado, me la echado al hombro, y la he metido en el maletero de mi coche.
Sí.
Ahora está encadenada delante de mí.
Encerrada. Sin escapatoria. Sin sitio a donde huir.
Retorciéndose. Llorando.
Suplicando. Provocándome.
Ofreciéndose.
Porque yo sé exactamente qué clase de mujer es Vanessa.
Y sé exactamente lo que quiere.
¿Voy a dárselo?
Por supuesto.
Craso error. Quién me iba a decir que conocería así a mi media naranja.
Quién me iba a decir que iba a ser yo el que acabaría casándose con ella.

Secuestrando a Ana: Romance Oscuro y BDSM con la Mafia Rusa
Yo nunca quise que Alek se obsesionase conmigo.
Tatuado, peligroso, líder de la mafia rusa… y dispuesto a tomarme cueste lo que cueste.
Quiere llevarse mi inocencia, mi virginidad y convertirme en su reina.
Y por ello estoy donde estoy. Secuestrada por sus enemigos. Convertida en una moneda de cambio. Hasta que apareció él para “liberarme”. Seguía cautiva, pero a sus manos y… a salvo. Hasta cierto punto.
Alek nunca me haría daño, pero por otro lado, Alek haría daño a cualquiera que osase acercarse a mí. A cualquiera. Mis guardaespaldas ni siquiera tienen permitido mirarme. En el fondo, no deja de ser un asesino tatuado de dos metros con brazos neumáticos, pero por fuera puede comportarse como todo un caballero.
O eso pensaba, hasta que me agarró del pelo y me dijo que me portase bien… salvo que quisiera ser castigada.

Sacudida por el Dominante: Sexo y Amor con el Padre Soltero
¿Quieres saber mi mayor secreto?
He dejado que un desconocido me domine.
De todas las formas posibles.
Sólo me susurró su nombre y sus gustos.
Lo siguiente que recuerdo es estar a su merced.
Entre sus brazos de acero. Su lengua de diablo.
Pero ahora a vuelto a por más.
Y es que Klay no es sólo un hombre dominante.
También es padre. Y yo su chica perfecta.
No debería enamorarme de él.
Sé que es un error.
Duro en la cama. Exigente. Firme.
Dulce fuera de ella. Compasivo.
Es todo lo que podría desear.
Un macho alfa, dominante y por civilizar.
Con un solo punto débil: Yo.

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